miércoles, 4 de abril de 2018

Los sueños de Croacia con la importación del gas continúan siendo controvertidos


 El soñado plan de Croacia para importar el gas natural licuado y  convertirse en un núcleo energético para la UE ha avanzado este año. Pero los problemas persisten, incluso después de que un comité designado por el Gobierno dijera que la terminal de GNLde la isla de Krk no tendrá ninguna repercusión negativa para el medio ambiente o la economía de la isla.
Los grupos ecologistas y las comunidades locales de Krk han mostrado preocupación por el efecto potencial de la infraestructura de GNL en la vida marina y el turismo. Están haciendo campaña o bien para construir un terminal terrestre más caro en vez de una construcción flotante o bien para descartar cualquier tipo de proyecto.

El proyecto se ha estancado en estos últimos años debido a una mezcla de conflictos por la tierra y la falta de financiación. Ahora el dinero parece fluir lentamente hacia las arcas del proyecto Krk, pero la oposición pública y las dudas sobre la viabilidad económica real del plan siguen siendo problemáticas para el proyecto energético estrella del gobierno croata.

La Comisión Europea firmó un acuerdo de subvención el año pasado de 100 millones de euros, un 30% de los costes del proyecto. La terminal juega un papel en los esfuerzos de la EU por cortar la dependencia del gas ruso, que ha adquirido una dimensión agregada este mes, ya que las relaciones (ya congeladas) se deterioraron después del ataque con gas nervioso en Salisbury.

Cuando la inversión de la Comisión fue anunciada, el comisario europeo de Acción por el Clima, Miguel Arias Cañete, instó que Krk contribuiría a aumentar la diversificación del suministro energético, mientras que el vicepresidente de la comisión, Maroš Šefkovic, dijo en en la conferencia de Zagreb en enero que el proyecto era importante para los esfuerzos de culminar con la Unión de la Energía..

Aunque el Gobierno ha decidido otorgar al proyecto la condición de proyecto estratégico, sigue habiendo dudas sobre cómo cubrir el resto del costo de 360 millones de euros.

De hecho, el jefe del LNG Hrvatska (la compañía que está detrás del proyecto), Goran Francik, dijo en febrero que junio es la fecha límite para tomar una decisión sobre la inversión si se quiere aun cumplir con el plazo de la construcción impuesto a la firma.

La Comisión concedió su inversión en base a una fecha de terminación (diciembre de 2019), pero también esperaba que el trabajo comenzara en febrero.

Problemas resueltos

El 8 de marzo, el proyecto solucionó un obstáculo legal significativo asegurando la luz verde de un comité consultivo de 16 personas sobre sus consecuencias potenciales para el medio ambiente. El informe final aclaró que el proyecto GNL de Krk pasaría el trámite siempre y cuando se toman las medidas apropiadas.

En su análisis de impacto, compilado por una compañía designada por el Ministerio de Energía de Croatia, el comité dijo que el terminal no tendría ningún impacto sobre el turismo, citando un proyecto similar que comenzó a operar en Lituania el año pasado.

Los críticos han señalado que la comparación no se sostiene, ya que Croacia es mucho más dependiente del turismo que Lituania, pues casi el 20% del PIB proviene de turistas  y del sector servicios.

La decisión final será tomada por el Ministerio de Energía, aunque es poco probable que desafíe el dictamen del comité. Se espera la publicación de los permisos el próximo mes y grupos ecologistas como Zelena akcija  (Amigos de la Tierra-Croacia) ya han indicado que intentarán recurrir la decisión llegados a ese punto.

Oposición en ascenso

La activista Marija Mileta dijo a EURACTIV que su grupo se opone tanto a un terminal terrestre como marítimo, agregando que “daña en gran medida al medio ambiente, clima, turismo, y es económicamente improductivo e insostenible”. Invitó al Gobierno a que deseche el proyecto en su conjunto.

Supuestamente, Zagreb va a aprobar una ley especial en abril que acelerará el proyecto. Pero esa medida también ha sido denunciada como antidemocrática por los activistas y los políticos.
El diputado en la oposición, Željko Jovanović (socialdemócrata) dijo en febrero que la ley ad hoc para el GNL sería inconstitucional.

El Gobierno desea establecer un marco legal que permita aclarar los poblemas pendientes del uso de la tierra que han obstaculizado el progreso del proyecto y han forzado a sus planificadores a cambiar de un terminal terrestre a un terminal marítimo.


Recientemente, se han realizado una serie de protestas, con una manifestación de miles de personas en las calles de Zagreb.

El jefe de la comunidad local de Krk, Mirela Ahmetović, ha ayudado a organizar numerosas protestas en la isla y ha declarado que los vehículos encargados de la construcción del termnial de GNL tendrían que atropellarle a él primero.

El primer ministro, Andrej Plenković, ha acusado a los partidos políticos de la oposición de participar en el populismo por "contar una historia diferente" del proyecto. Asegura que el partido Most, un anterior socio en la coalición en el poder, había dado la bienvenida inicialmente a la inversión de la UE pero que ahora aprovechaba la ocasión de la oposición que muestra la opinión pública al proyecto.

El antiguo legislador del EPP insistió que Croacia tendrá que decidir si desea enviar a sus socios señales “antieuropeas, antiinversión y antidesarrollo” o utilizar proyectos energéticos estratégicos para levantar su situación en el bloque.

Elefante blanco

Más allá de las preocupaciones medioambientales manifestadas por los detractores del proyecto, también hay un debate económico que cuestiona la idea de que el GNL sea un negocio provechoso.
Croacia y la Comisión Europea han promocionado a Krk como una entrada energética para Europa meridional, pero un número de terminales que ya están en funcionamiento en el área están luchando para asegurar un flujo constante de importaciones y la capacidad potencial está infrautilizada.

Según cifras recientes, el terminal adriático de GNL operado por ExxonMobil es la única infraestructura que funciona con una capacidad mayor al 50% (el 71%). Otras dos terminales ubicadas en aguas italianas no logran superar la marca del 10%.

Los Estados Unidos, cuyo negocio de exportación de GNL es una parte crucial de la política energética de la administración Trump, respaldan el proyecto Krk, como era de esperar. Durante una visita a Washington en enero,  los funcionarios energéticos de EEUU dijeron al ministro del Interior croata, Davor Bozinović que todavía tenía "apoyo total”.

Pero los últimos devaneos de Trump con los aranceles del aluminio y del acero podían dañar realmente la posición principal del país en exportaciones de GNL. La empresa de gas natural, Freeport LNG, ha advertido que las medidas podrían incrementar entre un 3% y un 5% los costes de la construcción, dado que el acero supone un promedio de un 30% de los costes de perforación
Los expertos también creen que si los aranceles provocan una guerra comercial con China, las aspiraciones de los EEUU de intentar ponerse al nivel con el líder de las exportaciones del GNL, Australia, podría ser un golpe significativo mientras que China está entre los compradores de gas más grandes a largo plazo.

Por la gracia de la Comisión y el Parlamento

 El GNL de Krk ha conseguido la inversión por parte de Bruselas gracias a su inclusión en una lista de proyectos energéticos prioritarios (lista PIC). Otros ejemplos incluyen la interconexión eléctrica del Golfo de Vizcaya y el oleoducto del Trans-Adriático (TAP, siglas en inglés).

Pero la lista PIC ha atraído recientemente la ira de un grupo de europarlamentarios, que se quejaron de que la Comisión había incluido demasiados proyectos de gas y eso causaba un conflicto con las ambiciosas comisiones climáticas bajo el Acuerdo de París.

Por primera vez, los legisladores presentaron con éxito una objeción a la lista, ahora en su tercera edición, y se sometió a elección primero en la comisión de energía del Parlamento Europeo y luego en una sesión plenaria del mismo.

En ambas ocasiones, se rechazó la objección, pero la votación en el plenario obtuvo el apoyo  del 25% de la cámara, lo que fue interpretado como una victoria por los autores de la resolución y una “tarjeta amarilla” para el ejecutivo de la UE.

La ley de la UE no permite a los eurodiputados votar sobre cada uno de los proyectos PIC de forma individual y su en lugar deben tomar una decisión simple de sí/no sobre la lista en su totalidad. Solamente tres de los 11 eurodiputados croatas votaron a favor de enviar la lista de vuelta al principio del proceso.

La afiliada al partido EPP, Marijana Petir, dijo a EURACTIV que ella apoyó la lista del PCI debido a la necesidad de mejorar los lazos energéticos entre Europa central y  Europa oriental. Agregó que el problema va más allá de la terminal de Krk, ya que Croacia tiene otros cinco proyectos prioritarios en la lista.

Su homólogo en el partido ALDE, Jozo Radoš, que fue ponente en la sombra de su grupo parlamentario en la estrategia del GNL en la UE, dijo que él había votado a favor de la lista debido al alto número de proyectos eléctricos que contenía. Agregó que la construcción de una red europea de GNL evitaría el "chantaje" a través de los altos precios del gas.

Flotar como una mariposa

Uno de los eurodiputados que votaron contra la lista PIC, Ivan Jakovč, reveló que su decisión se basó en su preferencia por un terminal terrestre más que una instalación flotante.

El legislador croata dijo a EURACTIV que todos los permisos necesarios para construir un terminal terrestre podrían ser concedidos inmediatamente y que la población local lo preferiría a una instalación flotante.

Pero una infraestructura terrestre hace frente a un número de desafíos, incluyendo temas sin resolver sobre quién es el dueño de la tierra y una fábrica petroquímica abandonada cerca del sitio propuesto.

Aunque una terminal terrestre triplicaría la capacidad del gas de Krk, se cree que la presión de EEUU. para ponerla en marcha lo más rápido posible convenció a Croacia para que se apresurase primero a instalar una terminal flotante.

El próximo hito importante será la decisión del Ministerio de Energía sobre la evaluación de impacto ambiental y el progreso de la nueva ley especial para el GNL. El parlamento también deberá dar su visto bueno al proyecto de terminal flotante.




Traducción del artículo "Croatia’s gas import dreams continue to prove controversial" publicado el 30 de marzo de 2018 en Euractiv.
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